Los grupos pueden ser formados
por infinidad de temas, proyectos e intereses. Hay grupos de autoayuda, grupos
de lectura, grupos de debate político, grupos religiosos, grupos de actividad
física, grupos de salud, grupos profesionales, grupos de música y muchos otros.
En este sentido, una persona puede formar parte de numerosos grupos a lo largo
de su vida, en su espacio laboral, en su espacio familiar, barrial, de amigos o
de conocidos ya que en cada uno de ellos encontrará diferentes individuos,
diferentes formas de expresarse y diferentes proyectos. Al mismo tiempo, una
persona puede formar parte de este tipo de grupos de manera permanente o
temporal.
Es importante señalar que la
noción de grupo es esencial a la condición del ser humano ya que todos nosotros
nacemos dentro de un grupo esencial de personas que conocemos como ‘familia’. A
partir de allí, la socialización nos permite encontrarnos con otros sujetos con
los que compartir todo tipo de situaciones y experiencias. Los grupos son
utilizados por eso en muchas disciplinas, tanto en el ámbito escolar como en el
profesional y en el ámbito recreativo o lúdico.
A partir de la comunicación es
posible la creación de los grupos en la sociedad. Podríamos decir que la
comunicación es un proceso inherente, imprescindible para la asociación entre
personas. ¿Cómo harían éstas si no para llegar a acuerdos, establecer objetivos
o fines, y desarrollar actividades en pos de una causa?
En tanto, cuando la pertenencia a un grupo está básicamente determinada por los ingresos económicos, a ese grupo se lo denomina clase social. En este sentido, la denominación de “grupos” es un factor de estudio, puesto que se divide a las personas según variables previamente determinadas para facilitar su reconocimiento, su estudio, y en muchos casos, la aplicación de políticas públicas o estrategias de mercado. Por ejemplo, si en una sociedad hay más personas sin estudios primarios, las políticas públicas se orientarán a reforzar el acceso a la educación en este nivel primordial de la educación humana. En cuanto al mercado, la segmentación de “clientes” le permite el desarrollo y publicidad de diferentes productos, de acuerdo a las características de la población.
En tanto, cuando la pertenencia a un grupo está básicamente determinada por los ingresos económicos, a ese grupo se lo denomina clase social. En este sentido, la denominación de “grupos” es un factor de estudio, puesto que se divide a las personas según variables previamente determinadas para facilitar su reconocimiento, su estudio, y en muchos casos, la aplicación de políticas públicas o estrategias de mercado. Por ejemplo, si en una sociedad hay más personas sin estudios primarios, las políticas públicas se orientarán a reforzar el acceso a la educación en este nivel primordial de la educación humana. En cuanto al mercado, la segmentación de “clientes” le permite el desarrollo y publicidad de diferentes productos, de acuerdo a las características de la población.
A lo largo de nuestra vida, y
de manera cotidiana, estamos vinculados y nos relacionamos con otras personas,
de acuerdo a nuestras actividades, intereses, aficiones, hobbies, etc. El ser
humano no podría vivir sin relacionarse con otros humanos, puesto que tiene una
esencia de “ser social” que lo dispone siempre a accionar en conjunto con otras
personas, en diferentes ámbitos.
Desde que nacemos, somos parte de lo que se conoce como grupo social primario: nuestra familia. Con nuestros papás, hermanos, abuelos, tíos, primos, etc; establecemos los primeros vínculos sociales posibles, y es donde adquirimos habilidades como caminar, hablar, manipular objetos, escribir (o al menos intentarlo) o dibujar, interrogar cuando no sabemos qué es o significa algo, etc. En esta clasificación también se encuentran los primeros grupos por fuera del círculo familiar compuestos por amigos y compañeros, en diferentes ámbitos: la escuela, el club, los amigos del barrio.
Desde el mismo momento en el cual nacemos, nos constituimos como personas, por el sólo hecho de nuestra existencia y todas las personas comparten algo en común, por sobre todas las cosas: son seres sociales. Esto quiere decir que el ser humano es básicamente un ser que necesita vivir en sociedad y que tiene capacidades para hacerlo. Si hay algo que diferencia al hombre con el resto de los animales y los vegetales (que también son seres vivos) es que el ser humano ha sido capaz de crear estructuras abstractas como por ejemplo, formas de gobierno, modelos económicos, alfabetos/lenguajes/idiomas, la institución del trabajo, las religiones y diferentes creencias, y además tiene la capacidad (a veces mal usada) de transformar de manera significativa su entorno natural.
Desde que nacemos, somos parte de lo que se conoce como grupo social primario: nuestra familia. Con nuestros papás, hermanos, abuelos, tíos, primos, etc; establecemos los primeros vínculos sociales posibles, y es donde adquirimos habilidades como caminar, hablar, manipular objetos, escribir (o al menos intentarlo) o dibujar, interrogar cuando no sabemos qué es o significa algo, etc. En esta clasificación también se encuentran los primeros grupos por fuera del círculo familiar compuestos por amigos y compañeros, en diferentes ámbitos: la escuela, el club, los amigos del barrio.
Desde el mismo momento en el cual nacemos, nos constituimos como personas, por el sólo hecho de nuestra existencia y todas las personas comparten algo en común, por sobre todas las cosas: son seres sociales. Esto quiere decir que el ser humano es básicamente un ser que necesita vivir en sociedad y que tiene capacidades para hacerlo. Si hay algo que diferencia al hombre con el resto de los animales y los vegetales (que también son seres vivos) es que el ser humano ha sido capaz de crear estructuras abstractas como por ejemplo, formas de gobierno, modelos económicos, alfabetos/lenguajes/idiomas, la institución del trabajo, las religiones y diferentes creencias, y además tiene la capacidad (a veces mal usada) de transformar de manera significativa su entorno natural.
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